Meeting Point Agrifood acogió el 10 de diciembre la presentación del dossier “El zumo de naranja en la dieta mediterránea”, un documento en el que se pone de manifiesto el valor de la naranja y su zumo -ya sea hecho en casa o envasado- para la dieta mediterránea debido a su perfil nutricional, la importancia de su producción para nuestro desarrollo económico, su influencia en la sostenibilidad ambiental y el disfrute que aporta su consumo.
El documento está compuesto de varios apartados que hablan del papel de la naranja desde que se cultiva y se recoge del árbol hasta que se exprime y bebemos su zumo.
En el primer capítulo, las doctoras María Dolores del Castillo y Amaia Iriondo, investigadoras científicas del CSIC e investigadoras postdoctorales del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (UAM-CSIC) explican el proceso de elaboración industrial del zumo y su impacto en la composición y calidad nutricional del alimento. Las autoras indican que la calidad de la fruta, las condiciones de almacenamiento de esta previo a su transformación; así como, las de elaboración determinan la composición, el valor nutritivo y la calidad sensorial del zumo. Los zumos envasados obtenidos a partir de zumo fresco, empleando las maquinarias adecuadas y tratamientos térmicos controlados contienen cantidades de nutrientes y no nutrientes en concentraciones fisiológicamente activas. Las autoras concluyen que la selección adecuada de las condiciones de elaboración industrial es esencial de cara a lograr un producto de igual valor nutricional y beneficios para la salud que el zumo recién exprimido.
Tras esto, los doctores Carmen Gómez Candela, Beatriz de León y Óscar Moreno de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Universitario La Paz, analizan los beneficios nutricionales que supone el consumo de zumo de naranja para el organismo y entre las conclusiones destacan que dado que el consumo de productos de origen vegetal se ha visto reducido en nuestro medio en los últimos años, un zumo de naranja podría ser la manera de completar esa carencia de consumo, siempre que la totalidad de la dieta sea equilibrada.
Por otro lado, el equipo del grupo de investigación ImFINE perteneciente al departamento de Salud y Rendimiento Humano de la Universidad Politécnica de Madrid liderado por los doctores Marcela González-Gross, Eva Gesteiro y Alberto García-Carro profundizan en como el zumo de naranja está instaurado en un estilo de vida saludable matizando que “la evidencia científica reciente ha demostrado que el consumo diario de zumo de naranja no contribuye a la adiposidad o al aumento de peso, la resistencia a la insulina, la inflamación o la dislipidemia, especialmente si se cumplen las recomendaciones diarias de actividad física”.
En el quinto capítulo, los doctores del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, Domingo J. Iglesias y Vicente Tejedo inciden en la importancia del cultivo de cítricos en materia de productividad, sostenibilidad ambiental y estrategia frente al cambio climático. De hecho, estudios recientes han demostrado que una hectárea de cítrico fija entre 7 y 9 toneladas de CO2 al año, constituyendo una herramienta muy eficaz para mitigar el cambio climático. La adaptación del cultivo a unas condiciones del entorno cada vez más adversas y la maximización de su potencial para la fijación de carbono deberán ser, sin duda, retos fundamentales que se debe plantear el sector citrícola de nuestro país durante los próximos años.
Por último, Miguel Ángel Almodóvar; sociólogo, periodista e investigador en el CSIC y CIEMAT y miembro del Comité Científico del Congreso Anual Gastronomía y Salud, estudia en el informe la relación que tiene el consumo de zumo de naranja con el disfrute, así como su papel en la dieta mediterránea, y ha comentado que “la dieta mediterránea no es solo algo nutricional. La dieta mediterránea es una forma de vida, es disfrutar, conseguir una España sostenible y no vaciada. El problema de esta dieta es que no llega a la población y los profesionales no están sabiendo llegar al consumidor”. Ha concluido su presentación con “tenemos que gastar en alimentación y no en medicación, una buena dieta puede evitar muchos problemas de salud y sin duda el zumo de naranja debe formar parte”.
Además de los autores del informe, durante la presentación también se ha contado con la participación de Nicolás González, presidente de la sectorial de cítricos de Asaja Córdoba, quien ha indicado que “España es el sexto productor mundial de cítricos en fresco y el primer exportador mundial en naranjas, mandarinas y limones. En concreto, Andalucía produce alrededor de 1.700.000 toneladas de naranjas al año, colocándose por delante de Valencia. En un mercado internacional cada vez más globalizado, el control fitosanitario y la sanidad vegetal son elementos clave y estratégicos del desarrollo futuro de la citricultura mediterránea, europea y española. Para la citricultura española la industria de transformación es importante, puesto que nos ayuda a regular la recogida de las producciones y sirve para fomentar la exportación a nuevos mercados, donde nuestras naranjas no llegarían si no fuese en zumo”. El presidente de Asaja Córdoba ha concluido destacando que “el cultivo del cítrico es muy importante debido a que es uno de los más sociables, aportando entre 50 y 70 peonadas por hectárea por lo que fija población en el territorio y evita el despoblamiento en el mundo rural”.
A continuación, el profesor y doctor Lluis Serra-Majem, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública y director del Instituto de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha señalado que “la naranja es una fruta característica de la dieta mediterránea en España y el zumo de naranja forma parte de muchos momentos de consumo de la sociedad actual y pasada, ya que cuando no hay naranjas de temporada, podemos recurrir a zumo natural de naranjas envasado ya que también es una opción muy saludable. Además, los españoles nos mantenemos en la dieta mediterránea, tendremos un gran impacto positivo en el medio ambiente. La dieta mediterránea es la más saludable y sostenible de las existentes”.
La presentación ha concluido con una mesa redonda en la que los autores del informe han analizado sus respectivos capítulos concluyendo que:
- Las frutas y verduras son una parte básica de la dieta mediterránea, deben consumirse a diario y una forma de consumirlas es en forma de zumo.
- Los beneficios del consumo de los zumos son muchos y dependen principalmente del tipo de zumo que bebemos y de las necesidades que nuestro cuerpo tenga. Entre los zumos que pueden presentar mayores beneficios para la salud destacan los de naranja, granada, mango, pera, uva, remolacha, pomelo, manzana, piña, tomate, melocotón y cereza.
- El zumo de fruta envasado es simplemente fruta exprimida, no está autorizada la adición de azúcares y esto está perfectamente regulado por el Real Decreto 781/2013. Además, los parámetros de calidad de los zumos de frutas y los métodos para su análisis se indican en el Real Decreto 1518/2007.
- El zumo de naranja con pulpa adicionada, consumido en el desayuno, puede disminuir la respuesta glucémica e insulinémica postprandial en hombres con riesgo cardiometabólico elevado.
- Investigaciones recientes indican que los efectos beneficiosos para la salud del zumo de naranja permanecen tras el procesado.