El zumo de naranja contiene vitamina C y otros nutrientes clave, y su consumo también se ha relacionado con un menor riesgo de obesidad en adultos, pero una investigación recientemente publicada en la revista "Nutrition and Cancer" sugiere que además podría ayudar a prevenir el cáncer.
Un equipo de expertos brasileños de la Universidad de Santa Cruz do Sul, la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, y de la Universidade de Caxias do Sul son los autores del estudio donde se presentan las pruebas que vinculan el popular zumo de frutas con la quimioprevención del cáncer. En el artículo también se discuten los supuestos mecanismos y los posibles efectos adversos para la salud asociados con el zumo de naranja.
Los investigadores han descubierto que el zumo de naranja produce varios efectos potencialmente beneficiosos a la hora de luchar contra el cáncer, sobre todo debido a su alto contenido en antioxidantes flavonoides. Además, se informa que determinadas pruebas de estudios anteriores in vitro, indican que el zumo podría reducir el riesgo de que un niño desarrolle leucemia, así como contribuir a la quimioprevención contra el cáncer de mama, hepático y de colon.
"El zumo de naranja tiene poder antimicrobiano y antiviral y modula la absorción de xenobióticos", explican los autores del estudio. "Por lo tanto, el zumo de naranja podría contribuir a la quimioprevención en todas las etapas del cáncer. Entre sus efectos biológicos más relevantes destaca su potencial antigenotóxico y antimutagénico, el cual se ha revelado en células en cultivo, en roedores y enseres humanos".
"Los efectos biológicos del zumo de naranja que se derivan de las pruebas in vitro demostraron estar influenciados en gran parte por la composición del zumo", según los expertos. La composición del zumo de naranja depende de las condiciones fisiológicas (clima, suelo, maduración de la fruta, características genéticas de las naranjas y variaciones en los métodos de procesamiento, tiempos y métodos de almacenamiento). Por otro lado, la adición de azúcares parece disminuir sustancialmente su efecto antioxidante. Los tratamientos térmicos, como el almacenamiento por encima de los 20° C, pueden afectar a la disminución de la actividad antioxidante.
También, y en palabras de los investigadores, beber excesivo zumo de naranja puede resultar potencialmente nocivo, especialmente en los niños, en personas diabéticas , personas con hipertensión y en personas con problemas renales. Su consumo excesivo para cualquiera de estos grupos de individuos podría dar lugar a hiperpotasemia (niveles elevados de potasio en la sangre ), al desarrollo de alergias a los alimentos o la contaminación bacteriana en los casos en que el zumo no se pasteuriza.
Desde Asozumos deseamos informar que un vaso diario de zumo (200/250 cl.) equivale a una de las cinco raciones diarias de fruta recomendadas.