Ya sea crudo, triturado o en zumo, el tomate es un potente antioxidante que ayuda a reducir los niveles de colesterol y la presión sanguínea, así al menos lo dice un estudio elaborado por la Universidad de Adelaida en Australia.
El licopeno es la sustancia que le da el color rojo brillante al tomate y que tiene propiedades antioxidantes imprescindibles para nuestro organismo.
Según los investigadores de este estudio, ingiriendo más de 25 miligramos de licopeno diariamente se pueden reducir los niveles de colesterol malo en un 10%.
Además, para que el cuerpo absorba mejor el licopeno es preferible tomar el tomate triturado o en zumo. Con medio litro de zumo de esta hortaliza a diario es suficiente para reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.