Gazpacho y salmorejo son dos recetas tremendamente nutritivas que, en los últimos años, se han convertido en platos atemporales de consumo durante todo el año, pues debido a sus grandes propiedades y su bajo contenido calórico nos ayudan a fortalecer las defensas y combatir mejor los meses de frío.
Entre sus beneficios para la salud destaca, en primer lugar, la hidratación, que nos ayuda a mantener unos correctos niveles de agua en nuestro organismo. Se debe tomar unos dos litros de agua al día y el gazpacho contribuye a esa hidratación sin darnos cuenta. Por otro lado, se trata de una receta baja en calorías, rica en fibra, vitaminas, minerales y grasas saludables, siempre y cuando se elabore con aceite de oliva virgen extra.
Debido a su alto contenido en minerales, ayuda a prevenir resfriados producidos por las bajas temperaturas del invierno. Y es que el gazpacho contribuye a la ingesta de vitamina C, provitamina A y vitamina E, hidratos de carbono y algunos minerales como el fósforo, hierro, calcio, magnesio, zinc, cobre, potasio y sodio. Así como fibra vegetal y de sustancias antioxidantes como el licopeno, responsable del característico color rojo de los tomates.
Por otro lado, la incorporación del gazpacho en nuestra dieta nos ayuda a prevenir algunas patologías, mejorando los niveles colesterol y la hipertensión, como resultado de su bajo contenido en calorías. La utilización del gazpacho como un primer plato ayuda a prevenir la obesidad a través de una ingesta lógica de calorías.
Como bien dijo el médico y escritor Gregorio Marañón “el gazpacho es una sabia combinación de los alimentos fundamentales para la nutrición”. Sus interesantes propiedades, lo convierten además en un producto perfecto para contribuir a la ingesta diaria de frutas y hortalizas de forma sencilla. Por ejemplo, los formatos individuales on the go facilitan su consumo en cualquier momento del día.
En definitiva, tanto sus ingredientes como la mezcla de los mismos lo convierten en un producto nutricionalmente muy completo que forma una parte importante y emblemática de la dieta mediterránea.