La ingesta de fruta líquida aporta nutrientes esenciales para los niños y les ayuda a hidratarse durante el verano.
El comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría (AEP), llevó a cabo un estudio en el año 2003 en el que se concluye que los Departamentos de Agricultura, Salud y Recursos Humanos de los Estados Unidos recomiendan incrementar la ingesta de frutas y vegetales con el objetivo de aumentar el aporte de nutrientes al organismo, especialmente en el caso de los niños, por su vulnerabilidad.
La agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, AESAN, afirma que solo un pequeño porcentaje de la población ingiere fruta a diario, concretamente los datos rondan el 37% del total de la población.
La recomendación en torno al consumo frutas y verduras, advierte de la importancia de mantener una correcta hidratación a través del consumo de líquidos entre los cuales se incluyen los zumos de frutas, como un alimento nutritivo que aporta energía y ayuda a mantener el equilibrio hidrico. La diferencia nutricional entre ingerir fruta o fruta líquida, radica en la pérdida de fibra dietética y de vitamina c, presente en la pieza de fruta.
Asimismo, en relación al conflicto que existe entre la posible vinculación de la ingesta de zumos de frutas y la obesidad, la Organización Mundial de la Salud defiende la ingesta responsable de fruta líquida ya que se trata de un alimento en el que predominan los azucares simples como la sacarosa, fructosa y glucosa. En este sentido, la encuesta nacional sobre salud y nutrición NHAES, concluye que no hay una relación directa entre el consumo de zumos de frutas y el sobrepeso en niños, adolescentes y adultos.